COMO CONQUISTAR A PISCIS
Cómo Conquistar a Cada Signo: Piscis
¿Cómo son los Piscis?
Los que han nacido bajo el signo de los peces, son hombres y mujeres que se mueven con incomodidad en la realidad cotidiana. Soñadores que nunca renuncia al brillo de sus ilusiones, nunca se resignan a la prosaica realidad, y avanzan en la vida como un mago que reparte encantos: tratando de hacer realidad sus sueños.
Quijotes de sus propias vidas, los Piscis son personas creativas, que son excelentes para trazar planes y proyectos, pero que rara vez tienen el coraje y la dedicación de llevarlos a cabo. Para ellos todo se mueve mejor en los terrenos del “quizá”.
Sin embargo, cuando dejan de procrastinar, son capaces de modificar la raíz misma de la realidad con un empuje que deja sin aliento. Criaturas marinas, al fin y al cabo, se adaptan a todas las circunstancia, y aprende a respirar dentro y fuera del agua.
¿Cómo son los Piscis en el amor?
Un poco indolentes y un poco lentos. A los distraídos Piscis el amor les puede pasar al lado sin que lo reconozcan. Por ello se dejan seducir más que esmerarse en conquistar, y son partidarios de que los amen más que de amar.Sus naturalezas dispersas no facilitan las cosas, y es mejor estar cerca de ellos (y casi encima de ellos) para recordarles que como su pareja estás ahí, que les necesitas.
¿Cómo se despierta el interés de un Piscis?
El gusto por la poesía, el cine, el arte, las charlas, las caminatas bajo la lluvia y la luz a la serena luz de las velas: es muy marcado lo que le gusta a un nativo del signo de los peces. Como se trata de personas tímidas (pues viven encerradas en sí mismas) lo mejor que puede hacer para irte ganando su corazón es sacarlos de su caparazón. Llevarles por el mundo, y las maravillas de la luz del día.Dale ese empujón a tu Piscis, y te lo agradecerá con un amor incondicional.
¿Cómo se enamora a un Piscis?
Para que un Piscis permanezca a tu lado hay que saber comprender su naturaleza, repartida entre el hoy y el quizá, entre el sueño y la realidad. Hay que saber dejarlos ir a sus profundidades oníricas, y nunca presionarlos para que se nos unan en la tierra.Hay que saber escuchar los relatos de sus sueños para ayudarles a comprenderlos y a comprenderse (de paso) a sí mismos, y ayudarles al mismo tiempo a organizar su agenda del día a día.
Hay que ser un poco niñera y otro poco oráculo, pues estos peces tienen un pie en los sueños y otro en la realidad.
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