COMO AFRONTA LEO UNA RUPTURA
La Ruptura Amorosa y los Signos: Leo
Los leones son los grandes seductores del horóscopo, y como tales no suelen repasar demasiado en el peso de las rupturas, pues así como buscan y ganan amores, los dejan ir o los pierden. El amor para ellos se parece mucho a la estadística.Para ellos se llega y se zarpa de puertos sin gran esfuerzo, pues la vida es una travesía en la que tomamos lo mejor… U otro lo tomará.
En esta competencia, sin embargo, a veces (muy raramente) ocurre que los Leo se enamoran, y aman intensamente… Y en esos casos (cuando les dejan, les dicen adiós, les dicen que ya basta) es cuando les duele el fin del amor.
¿Cómo se toma Leo una ruptura amorosa?
Cuando un Leo encuéntralo que cree el amor de su vida (es decir: aquella persona que les avasalla y les hace sentirse como un pequeño perdido en la tormenta que ha encontrado un refugio), esa pérdida es precisamente el fin de un lugar al que deseaban llegar.Y es que al fin y al cabo todo seductor compulsivo busca (entre todas las opciones que la vida le pone enfrente) a la persona que llene su vida, a la que sea un reto, a la que le transforme.
De modo que Leo ve el fin de una relación (que de verdad le importa) como la caída de todo un mundo, en el que ya no podrá habitar… Y que tal vez no pueda volver a encontrar en el gran marasmo de la vida.
“El amor, con gran dificultad, me pasó una vez”, de dice Leo, “y dudo que vuelva a pasarme de nuevo”.
¿Cómo se sobreponen los Leo a una ruptura?
Los nativos de Leo se “curan” en un primer momento de una dolorosa relación llegada a su fin volviendo a ser las personas que eran. Es decir: regresando a su práctica de la intensa seducción, que no discrimina y que le es tan fácil.Sin embargo, Leo no regresa con toda la alegría de siempre a este deporte amoroso, pues le pesa en el corazón un hueco: el que dejó la persona amada.
Entonces ante Leo se abren dos caminos. Puede elegir cuál tomar.
El primero es seguir como siempre, y dejarse llevar al circo del amor, y pasar de una persona a la otra, sin efectos ni remordimiento, pues a ojos cerrados la vida puede ser una gran fiesta.
O bien puede tomar el segundo camino, que es salir de su zona de confort, tomar el duro aprendizaje que le llegó con el fin del amor verdadero, y reconocer que eso es lo que necesita: amar y ser amado en retribución.
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