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Quiromancia
Quiromancia online: la lectura de tus manos a tu alcance
Te ofrecemos el método de autoconocimiento y adivinación de tu Destino más certero que existe: la quiromancia. La famosa lectura de manos que, a partir de la fisonomía de tus manos y de los pliegues de sus palmas, descifra tu psicología, tu carácter y tus habilidades, así como te da visos sobre tu futuro. La historia de la quiromancia
Este arte adivinatorio tiene un origen incierto, pero ancestral: aparece mencionado como una práctica habitual en manuscritos indios y documentos chinos con más de 3.000 años de antigüedad. E incluso en el Antiguo Testamento: uno de los versículos del Libro de Job dice:“Dios puso un sello en la mano de cada hombre, para que todos pudieran conocer su obra.”
Se cree que fue el filósofo Aristóteles quien la introdujo a Europa: viajó a Egipto y en el altar de Hermes encontró un manuscrito sobre la quiromancia, que llevó hasta dejar en manos de Alejandro Magno. Y sería en la antigua Grecia donde se ganó su nombre. Se recoge el uso de la quiromancia en manuscritos medievales de Europa occidental, y se le liga fuertemente a la astrología.
Sin embargo, no todo en la quiromancia es arte arcano: en el siglo pasado la lectura de las manos se ganó un estatus científico con el desarrollo de la “dermatoglifica”, una mezcla de psicoanálisis y frenología, que descubrió una estrecha relación entre las líneas anormales de la mano y algunas anomalías físicas como las malformaciones cardiacas y los errores cromosómicos, como en el síndrome de Down. Dolencias que según esta disciplina son reveladas cuando las líneas del Corazón y de la Cabeza se unen en una sola.
La quiromancia es una ciencia antigua que ha permanecido en el tiempo para ayudarte a conocerte a ti mismo y revelarte las claves de tu destino con una lectura de tus manos.
Las manos y los elementos
Una de las claves para la lectura de las manos es la liga que existe entre su morfología y los elementos naturales: el Aire, el Agua, la Tierra y el Fuego.Esta clasificación fue propuesta por Fred Gettings, y ha tenido un gran éxito para describir tipos psicológicos universales a partir de cada clase de mano:
La mano de Agua revela una extremada sensibilidad y cierta tendencia a dejarse influir por los otros, de esa manera en que el aire se mueve hacia donde sople el viento. Las personas con este tipo de mano viven siempre con gran esperanza, son confiados y de una fuerte naturaleza intelectual.
La mano de fuego, por su parte, se liga a una personalidad pasional, activa e intuitiva Personas que no se permiten dejar ninguna experiencia en la vida por probar. Amorosos y seductores, creen que la conquista está antes que la negociación y la palabra después de la espada.
La mano de Tierra es propia de aquellos que tienen una naturaleza melancólica, aunque práctica y proactiva. No dejan que los problemas crezcan: los atacan de raíz con prevención y esfuerzo. Son mentes planificadoras que no dejan ningún detalle al azar, y que prefieren reparar y unir antes que desechar.
Las manos de Agua son casi exclusivas de las mujeres, por su delicado y gentil trazo. Suele representar a personalidades que negocian antes que avasallar, y que creen que en toda disputa hay que escuchar a todas las voces presentes, sin dejar de lado ningún punto de vista. Son diplomáticas y persistentes.
Los Montes
Después de la forma de las manos, un elemento clave de desciframiento de las manos son los llamados “montes”. Por este nombre identificamos a las zonas carnosas de la palma de la mano alrededor de su área central. Desde tiempos arcanos se han ligado con los primeros planetas del sistema solar, por lo que su clasificación tiene un tinte astrológico. El Monte de Venus se relaciona con el deseo de amar y de ser amado. Su tamaño se liga a la capacidad de conectar con otras personas y, desde luego, la capacidad carnal. Un monte de Venus demasiado grandes nos pone frente a una personalidad excesivamente narcisista.
El Monte de Marte positivo está relacionado con la fuerza física y el coraje. Si está bien desarrollado indica a una personalidad fuerte y firme, que sabe enfrentarse a los problemas y no se retira del campo de batalla hasta obtener una victoria. Si es excesivo, por desgracia, señala un carácter violento.
El monte de Júpiter es el que garantiza el éxito económico y la buena suerte. Se relaciona con la ambición y con la capacidad de generar riqueza. Un monte de Júpiter bien desarrollado nos indica que estamos frente a una persona que sabe convertirse sus ambiciones en acciones para alcanzar sus objetivos.
El monte de Saturno se liga a la capacidad de autoconservación y resiliencia. Es el monte que, bien desarrollado, nos permite adaptarnos a los cambios y las frustraciones, y comenzar una vez más después de cada fracaso. También nos aporta resistencia a las enfermedades y los accidentes.
El monte de Sol o de Apolo es una zona de la palma que se liga con la personalidad y con la autoestima. Es la parte que determina el nivel de amor propio y, por ende, la iniciativa y el riesgo que la persona toma en su desarrollo personal. Bien desarrollado determina que encontramos belleza en nosotros mismo, y que sabemos proyectarla en lo demás.
El monte de Mercurio es la zona de la palma que impulsa el pensamiento creativo y la imaginación. Bien desarrollado incita a las ideas y hace que la persona reconozca el valor de sus propias iniciativas. Gracias a él, nos atrevemos a expresarnos en ambientes negativos y a convencer cuando tenemos todo en contra. Es lo que nos convierte en líderes.
El monte de Marte negativo suele estar más desarrollado en los hombres, y es el que controla la agresividad y la capacidad de lucha. Nos hace más o menos competitivos, y nos permite lidiar mejor con el fracaso y con la frustración.
El monte de la Luna es el que controla la capacidad de soñar, de convertir los sueños en sueños lúcidos, y de aceptar en general los mensajes que llegan desde el reino de lo onírico. Por ello también se liga a este monte con la dimensión espiritual.
Los dedos
Cada uno de los cinco dedos tiene una dimensión diferente dentro de la interpretación quiromántica. Al igual que se hace con la palma, a cada uno de ellos se liga a una entidad astrológica.El dedo medio, o dedo corazón, se liga a Saturno, y se relaciona por ello con la inteligencia. Si es muy largo, revela una personalidad fría y cerebral, con gran capacidad para resolver los asuntos prácticos. Si es muy corto, en cambio, nos pone ante una persona poco realista, si bien creadora y comprensiva.
El dedo anular, por su parte, está regido por el Sol y el dios Apolo. En la antigüedad se creía que un dedo unía a este dedo con el corazón, y por ello fue el elegido para los anillos de compromiso. Ahora se relaciona con la emotividad. Si es largo y bien desarrollado, indica una gran estabilidad afectiva. Si en cambio es corto o no tiene un contorno bien definido revela una persona impulsiva, tormentosa en sus pasiones, caprichoso en el amor.
El dedo meñique se atribuye a Mercurio, el mensajero de los dioses. Por ello es el dedo de las relaciones, de las asociaciones y de los contratos. Es un dedo cuyo tamaño se corresponde con la capacidad de la persona para establecer vínculos de conveniencia. Si está separado de los demás dedos, señala una incapacidad para formar y valorar relaciones importantes.
El dedo índice se liga a Júpiter, el gran benefactor, y se considera el centro de la conciencia y casa del ego. De él depende la capacidad para moverse por el mundo, y conectar con los aspectos materiales y espirituales de la realidad. Entre más largo es, y más se destaca entre los dedos, mayor es el éxito que se augura en el mundo a la persona.
El pulgar es el dedo más importante para muchos quirománticos, pues creen que se trata de un dedo que resume en sí mismo todas las características de una persona. Si es largo y bien contorneado, define a alguien de firmes convicciones. Si está muy separado de la mano, a una persona independiente. Si en cambio es breve y achatado, señala importantes incapacidades intelectuales o físicas.
