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Hechizos para Sanar
Materiales
• Dos velas: una blanca y una verde
• Una imagen consagrada de San Rafael
• Pan, sal y un vaso con agua
San Rafael es el santo patrono de los médicos, y puede prestarnos el don de la salud, siempre que sepamos erigir un altar en su nombre y honor. Con ese fin haz lo siguiente:
1. Coloca la imagen de San Rafael en una mesa. Reza un Padre Nuestro ante ella, y entonces coloca el pan, la sal y el agua (un tributo común para los santos).
2. Toma la vela verde y escribe (o graba) en ella el nombre del enfermo que deseas curar, sea el tuyo o el de otra persona.
3. Enciende la vela y ponla enfrente del santo. Reza entonces la oración de San Rafael Arcángel:
“Amado arcángel Rafael, Dame tu amor sanador, tu compañía curativa, para este sagrado cuerpo, que tú bendices. Que se haga tu voluntad divina, Bajo la Gracia de Dios”.
4. Puedes incluir en el conjunto una foto del enfermo. Al final del rito enciende la vela blanca, ponla frente al santo, y reza otro Padre Nuestro.
• Dos velas: una blanca y una verde
• Una imagen consagrada de San Rafael
• Pan, sal y un vaso con agua
San Rafael es el santo patrono de los médicos, y puede prestarnos el don de la salud, siempre que sepamos erigir un altar en su nombre y honor. Con ese fin haz lo siguiente:
1. Coloca la imagen de San Rafael en una mesa. Reza un Padre Nuestro ante ella, y entonces coloca el pan, la sal y el agua (un tributo común para los santos).
2. Toma la vela verde y escribe (o graba) en ella el nombre del enfermo que deseas curar, sea el tuyo o el de otra persona.
3. Enciende la vela y ponla enfrente del santo. Reza entonces la oración de San Rafael Arcángel:
“Amado arcángel Rafael, Dame tu amor sanador, tu compañía curativa, para este sagrado cuerpo, que tú bendices. Que se haga tu voluntad divina, Bajo la Gracia de Dios”.
4. Puedes incluir en el conjunto una foto del enfermo. Al final del rito enciende la vela blanca, ponla frente al santo, y reza otro Padre Nuestro.
Materiales
• Una vela negra, una vela verde y una vela azul
• Una imagen del Espíritu Santo consagrada.
• Una foto de la persona enferma
• Aceite para ungir (de oliva en su defecto)
Para sanar o mejorar el estado de una persona enferma, puede realizar una invocación al Espíritu Santo, que rige sobre el cuerpo y la mente, y ayuda a curarlos si se tiene fe y voluntad.
Con ese fin reúne tres velas: una negra, que simboliza el cuerpo del enfermo; una verde, que es la mejoría, y una azul, que es su fe.
1. Reza un Padre Nuestro a la imagen del Espíritu Santo. Una vez que lo hagas muéstrale la foto del enfermo, y pide por él de esta manera:
“Padre, te pido por el cuerpo de tu hijo: Socorre y sana sus males; Dale vida para venerarte”.
2. Deja la imagen del enfermo a los pies del Espíritu Santo. Ponte de rodillas y coloca y enciende las velas formando con ellas un semicírculo alrededor de ambas imágenes.
3. Reza otro Padre Nuestro mientras unges con el aceite la imagen del enfermo en la zona el cuerpo donde sufre sus males. Deja el altar intacto hasta que las velas se consuman.
• Una vela negra, una vela verde y una vela azul
• Una imagen del Espíritu Santo consagrada.
• Una foto de la persona enferma
• Aceite para ungir (de oliva en su defecto)
Para sanar o mejorar el estado de una persona enferma, puede realizar una invocación al Espíritu Santo, que rige sobre el cuerpo y la mente, y ayuda a curarlos si se tiene fe y voluntad.
Con ese fin reúne tres velas: una negra, que simboliza el cuerpo del enfermo; una verde, que es la mejoría, y una azul, que es su fe.
1. Reza un Padre Nuestro a la imagen del Espíritu Santo. Una vez que lo hagas muéstrale la foto del enfermo, y pide por él de esta manera:
“Padre, te pido por el cuerpo de tu hijo: Socorre y sana sus males; Dale vida para venerarte”.
2. Deja la imagen del enfermo a los pies del Espíritu Santo. Ponte de rodillas y coloca y enciende las velas formando con ellas un semicírculo alrededor de ambas imágenes.
3. Reza otro Padre Nuestro mientras unges con el aceite la imagen del enfermo en la zona el cuerpo donde sufre sus males. Deja el altar intacto hasta que las velas se consuman.
Materiales
• Una vela negra
• Un trozo de pan
• Un cuarzo rosa
El cuarzo, por sus poderosas propiedades magnéticas, es uno de los grandes aliados de la salud. Se sabe que encauza los circuitos magnéticos que devuelven el equilibrio al cuerpo, y que de paso ayuda al buen funcionamiento de sistemas y órganos.
He aquí un conjuro para sacar el mayor beneficio de sus propiedades.
1. Enciende una vela negra, que simboliza al cuerpo, y colócala en el sitio que has elegido para hacer tu altar de la salud.
2. Toma el pan, la sal y al agua y colócalos alrededor de la vela, formando un triángulo con la vela al centro. El pan nutre tu cuerpo; la sal, sana tus heridas; el agua purifica tu sangre y fluidos.
3. Mientras tanto, toma el cuarzo y pásalo por la zona de tu cuerpo cuya salud deseas mejorar, o sobre el cuerpo del enfermo que deseas atender.
Cada vez que quieras mejorar la salud de alguien, o la tuya misma, repite este proceso curativo.
• Una vela negra
• Un trozo de pan
• Un cuarzo rosa
El cuarzo, por sus poderosas propiedades magnéticas, es uno de los grandes aliados de la salud. Se sabe que encauza los circuitos magnéticos que devuelven el equilibrio al cuerpo, y que de paso ayuda al buen funcionamiento de sistemas y órganos.
He aquí un conjuro para sacar el mayor beneficio de sus propiedades.
1. Enciende una vela negra, que simboliza al cuerpo, y colócala en el sitio que has elegido para hacer tu altar de la salud.
2. Toma el pan, la sal y al agua y colócalos alrededor de la vela, formando un triángulo con la vela al centro. El pan nutre tu cuerpo; la sal, sana tus heridas; el agua purifica tu sangre y fluidos.
3. Mientras tanto, toma el cuarzo y pásalo por la zona de tu cuerpo cuya salud deseas mejorar, o sobre el cuerpo del enfermo que deseas atender.
Cada vez que quieras mejorar la salud de alguien, o la tuya misma, repite este proceso curativo.
Materiales
• Tres velas: una color naranja, otras blanca y una verde
• Una foto del enfermo
• Aceite de oliva
• Un vaso con agua potable
Cuando un enfermo no pueda tolerar el dolor de una larga enfermedad, puedes acudir a este conjuro, para hacer un bálsamo sanador.
Con este fin haz lo siguiente:
1. Coloca las tres velas en el suelo formando un triángulo. Enciéndelas en este orden: vela naranja, verla verde y vela blanca. Al hacerlo di lo siguiente:
“Te pido. Señor, que te lleves este dolor. Aparte de mí este cáliz, Y sana mi cuerpo y mi alma”.
2. Reza entonces un Padre Nuestro y coloca al centro del triángulo de velas la foto del enfermo.
3. Pasa brevemente el vaso de agua por las tres velas en el orden en que las encendiste. Pasa entonces el aceite en el mismo orden.
4. Deja aceite y agua al centro del triángulo, junto a la foto del enfermo. Agradece al Espíritu Santo la gracia recibida. Apaga las velas sin soplarlas.
En su siguiente comida, da al enfermo el vaso de agua y una cucharada de aceite de oliva.
• Tres velas: una color naranja, otras blanca y una verde
• Una foto del enfermo
• Aceite de oliva
• Un vaso con agua potable
Cuando un enfermo no pueda tolerar el dolor de una larga enfermedad, puedes acudir a este conjuro, para hacer un bálsamo sanador.
Con este fin haz lo siguiente:
1. Coloca las tres velas en el suelo formando un triángulo. Enciéndelas en este orden: vela naranja, verla verde y vela blanca. Al hacerlo di lo siguiente:
“Te pido. Señor, que te lleves este dolor. Aparte de mí este cáliz, Y sana mi cuerpo y mi alma”.
2. Reza entonces un Padre Nuestro y coloca al centro del triángulo de velas la foto del enfermo.
3. Pasa brevemente el vaso de agua por las tres velas en el orden en que las encendiste. Pasa entonces el aceite en el mismo orden.
4. Deja aceite y agua al centro del triángulo, junto a la foto del enfermo. Agradece al Espíritu Santo la gracia recibida. Apaga las velas sin soplarlas.
En su siguiente comida, da al enfermo el vaso de agua y una cucharada de aceite de oliva.
Materiales
• Tres velas: una blanca, una verde y una amarilla
• Esencia de pino
• Un cuenco de cristal
• Un cuarzo blanco
• Agua de lluvia
Entre los objetos a los que la magia concede un mayor poder se encuentran las velas y los cuarzos. Ambos se usan muy a menudo para sanar de enfermedades prolongadas y difíciles, y por ello es conveniente tenerlos a la mano.
Con este conjuro podemos expandir sus capacidades curativas.
1. Unge las velas con la esencia floral. Colócalas formando un triángulo sobre una mesa. Coloca en su centro el cuenco de cristal.
2. Enciende las velas y coloca dentro del cuenco el agua de lluvia. Haz una señal de la cruz sobre el recipiente.
3. Sumerge el cuarzo en el agua. Enciende las velas en este orden: la vela verde (que es la abundancia, para que la salud abunde), la amarilla (que es el equilibrio de cuerpo y espíritu, para que esa salud no se quiebre de nuevo), y por último la blanca, que purifica al conjunto.
4. Deja este altar con las velas encendidas durante una noche. Luego vacía el agua en un jardín o maceta y toma el cuarzo.
Llévalo contigo o dalo a un enfermo.
• Tres velas: una blanca, una verde y una amarilla
• Esencia de pino
• Un cuenco de cristal
• Un cuarzo blanco
• Agua de lluvia
Entre los objetos a los que la magia concede un mayor poder se encuentran las velas y los cuarzos. Ambos se usan muy a menudo para sanar de enfermedades prolongadas y difíciles, y por ello es conveniente tenerlos a la mano.
Con este conjuro podemos expandir sus capacidades curativas.
1. Unge las velas con la esencia floral. Colócalas formando un triángulo sobre una mesa. Coloca en su centro el cuenco de cristal.
2. Enciende las velas y coloca dentro del cuenco el agua de lluvia. Haz una señal de la cruz sobre el recipiente.
3. Sumerge el cuarzo en el agua. Enciende las velas en este orden: la vela verde (que es la abundancia, para que la salud abunde), la amarilla (que es el equilibrio de cuerpo y espíritu, para que esa salud no se quiebre de nuevo), y por último la blanca, que purifica al conjunto.
4. Deja este altar con las velas encendidas durante una noche. Luego vacía el agua en un jardín o maceta y toma el cuarzo.
Llévalo contigo o dalo a un enfermo.
Materiales
• Una vela azul
• Dos recipientes de cristal: uno para la vela y otro mucho mayor
• Agua de lluvia
• Sal
• Agua de Rosas
La salud es un delicado equilibrio. Por diversas razones, se puede romper, y es cuando llega la terrible enfermedad. Los males son señales que de que circuitos o flujos del cuerpo se han roto, y es menester devolverlos a su buen curso. Una de las maneras de conseguirlo es con el Embrujo de la Vela Azul.
1. Llena el recipiente de cristal de mayor tamaño al tope con el agua de lluvia. Añade sal y mezcla con una cuchara de madera. No te preocupes si se pierde un poco de agua.
2. Toma la vela azul (que representa tu fe y tu esperanza, la fuerza espiritual que anima al cuerpo). Escribe en ella tu nombre o de la persona que deseas sanar.
3. Coloca la vela en el recipiente más pequeño de cristal. Enciéndela.
2. Toma el recipiente con la vela azul. Súmelo en el recipiente mayor con agua de lluvia. No te preocupes si se derrama agua. Una vez que se haya asentado la vela, añade agua de rosas hasta que el agua quede al nivel del recipiente exterior. Deja el conjunto así hasta que la vela se apague por sí misma.
Lo que has hecho al echar fuera el agua es arrojar fuera la enfermedad de tu cuerpo.
• Una vela azul
• Dos recipientes de cristal: uno para la vela y otro mucho mayor
• Agua de lluvia
• Sal
• Agua de Rosas
La salud es un delicado equilibrio. Por diversas razones, se puede romper, y es cuando llega la terrible enfermedad. Los males son señales que de que circuitos o flujos del cuerpo se han roto, y es menester devolverlos a su buen curso. Una de las maneras de conseguirlo es con el Embrujo de la Vela Azul.
1. Llena el recipiente de cristal de mayor tamaño al tope con el agua de lluvia. Añade sal y mezcla con una cuchara de madera. No te preocupes si se pierde un poco de agua.
2. Toma la vela azul (que representa tu fe y tu esperanza, la fuerza espiritual que anima al cuerpo). Escribe en ella tu nombre o de la persona que deseas sanar.
3. Coloca la vela en el recipiente más pequeño de cristal. Enciéndela.
2. Toma el recipiente con la vela azul. Súmelo en el recipiente mayor con agua de lluvia. No te preocupes si se derrama agua. Una vez que se haya asentado la vela, añade agua de rosas hasta que el agua quede al nivel del recipiente exterior. Deja el conjunto así hasta que la vela se apague por sí misma.
Lo que has hecho al echar fuera el agua es arrojar fuera la enfermedad de tu cuerpo.
