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Hechizos para el Hogar
El Cosmos es un juego de equilibrio. De donde algo se toma, algo debe restablecerse. Nada surge de la nada, y nada se hace sin consecuencias.
Ciertos hechizos se hacen de forma natural, pues tienden a restablecer un equilibrio roto o, en ciertos casos, obligan al Destino a que se devuelva algo que dimos o nos fue arrancado.
En este sentido es cómo funcionan Las Promesas Sagradas.
Se trata de un poderoso conjuro que requiere de un sencillo proceso: en una hoja de papel escribe nueve promesas que estés dispuesto a cumplir a cambio de un deseo supremo, que consideras imposible.
Escribe las promesas sagradas en una hoja que lleves a la mano, a todas partes. Una vez que las escribas y las memorices, ¡cúmplelas!
Cuanto más difíciles las promesas, mayor es la posibilidad de que tu deseo se cumpla. Cuanto mayor sea el rigor con el que las llevas a cabo, mayor la velocidad con la que ese deseo se va a cumplir.
¿Por qué nueve promesas? Para el Cosmos, hay cifras sagradas, que deben cumplirse. El diez es una de ellas: en donde quiera que pongas 9 elementos, el Universo te dará el décimo.
Ciertos hechizos se hacen de forma natural, pues tienden a restablecer un equilibrio roto o, en ciertos casos, obligan al Destino a que se devuelva algo que dimos o nos fue arrancado.
En este sentido es cómo funcionan Las Promesas Sagradas.
Se trata de un poderoso conjuro que requiere de un sencillo proceso: en una hoja de papel escribe nueve promesas que estés dispuesto a cumplir a cambio de un deseo supremo, que consideras imposible.
Escribe las promesas sagradas en una hoja que lleves a la mano, a todas partes. Una vez que las escribas y las memorices, ¡cúmplelas!
Cuanto más difíciles las promesas, mayor es la posibilidad de que tu deseo se cumpla. Cuanto mayor sea el rigor con el que las llevas a cabo, mayor la velocidad con la que ese deseo se va a cumplir.
¿Por qué nueve promesas? Para el Cosmos, hay cifras sagradas, que deben cumplirse. El diez es una de ellas: en donde quiera que pongas 9 elementos, el Universo te dará el décimo.
Materiales
• Tres hojas de laurel frescas
• Una hoja de papel
• Una vela verde
• Un bolígrafo de tinta verde
• Un lazo verde
El color verde es el color de la prosperidad y de la abundancia, por los vínculos que tiene con todo lo vegetal y su poder de llenar de vida cualquier entorno. Por ello, cuando tengamos la necesidad de que un deseo se cumpla, debemos acudir a los hechizos que lo contemplan, como este.
1. Toma la hoja de papel, y divídela en tres partes. Escribe en cada una un deseo. Dos sencillos (“Quiero una taza de café”), y por último el que verdaderamente deseas y crees que es inalcanzable.
2. Toma las hojas de laurel y envuelve con ellas los escritos. Ata las hojas con el lazo verde, unidas.
3. Enciende la vela verde y lleva las hojas de laurel a un tu jardín o a una maceta con plantas vivas.
4. Deja las hojas en ese lugar mientras te cumples los primeros deseos (la taza de café, salir de paseo…). Una vez que lo hagas, el tercer deseo vendrá a cumplirse.
• Tres hojas de laurel frescas
• Una hoja de papel
• Una vela verde
• Un bolígrafo de tinta verde
• Un lazo verde
El color verde es el color de la prosperidad y de la abundancia, por los vínculos que tiene con todo lo vegetal y su poder de llenar de vida cualquier entorno. Por ello, cuando tengamos la necesidad de que un deseo se cumpla, debemos acudir a los hechizos que lo contemplan, como este.
1. Toma la hoja de papel, y divídela en tres partes. Escribe en cada una un deseo. Dos sencillos (“Quiero una taza de café”), y por último el que verdaderamente deseas y crees que es inalcanzable.
2. Toma las hojas de laurel y envuelve con ellas los escritos. Ata las hojas con el lazo verde, unidas.
3. Enciende la vela verde y lleva las hojas de laurel a un tu jardín o a una maceta con plantas vivas.
4. Deja las hojas en ese lugar mientras te cumples los primeros deseos (la taza de café, salir de paseo…). Una vez que lo hagas, el tercer deseo vendrá a cumplirse.
Materiales
• Carbón natural
• Incienso
• Sal marina
• Un incensario
Los hechizos aromáticos son de los más eficientes para dar protección a una casa y a una familia. Al fin y al cabo los aromas son el estimulo más poderoso para fijar recuerdos y momentos en el tiempo. Son la esencia misma del amor.
1. En un sartén o crisol coloca el carbón y caliéntalo hasta que se ponga blanco. Colócalo en el incensario y añade el incienso.
2. Recorre tu casa con el incensario. Ve descalzo y avanza desde la habitación más alejada de la puerta de entrada.
3. A tu paso, una vez que salgas de una habitación, traza una línea de sal que atraviese el umbral. Deja las puertas abiertas.
4. Una vez que hallas llegado a la puerta de entrada, traza otra línea de sal en el umbral. Deja la puerta abierta. Sal y ponte frente a tu casa. Antes de entrar de nuevo di este mantra:
“Nada puede hacernos daño: Este es un hogar Santo, Donde se cree y se vive en amor y en paz”.
Deja las líneas de sal una noche entera. Recógelas al día siguiente con la mano, y guarda la sal en un frasco, sin usarla.
• Carbón natural
• Incienso
• Sal marina
• Un incensario
Los hechizos aromáticos son de los más eficientes para dar protección a una casa y a una familia. Al fin y al cabo los aromas son el estimulo más poderoso para fijar recuerdos y momentos en el tiempo. Son la esencia misma del amor.
1. En un sartén o crisol coloca el carbón y caliéntalo hasta que se ponga blanco. Colócalo en el incensario y añade el incienso.
2. Recorre tu casa con el incensario. Ve descalzo y avanza desde la habitación más alejada de la puerta de entrada.
3. A tu paso, una vez que salgas de una habitación, traza una línea de sal que atraviese el umbral. Deja las puertas abiertas.
4. Una vez que hallas llegado a la puerta de entrada, traza otra línea de sal en el umbral. Deja la puerta abierta. Sal y ponte frente a tu casa. Antes de entrar de nuevo di este mantra:
“Nada puede hacernos daño: Este es un hogar Santo, Donde se cree y se vive en amor y en paz”.
Deja las líneas de sal una noche entera. Recógelas al día siguiente con la mano, y guarda la sal en un frasco, sin usarla.
Materiales
• Carbón natural
• Incienso puro o granulado.
• Sándalo
• Una vela blanca
• Aceite o esencia de pino
• Un incensario
Debes realizar este rito en tu día mágico y en el horario de los hechizos masculinos positivos que corresponda. De ese modo la purificación y la protección de tu hogar será más poderosa, y se echará fuera toda energía negativa en el ambiente.
1. Toma la vela blanca y con un lápiz dibuja en ella una espiral en la parte superior. Este símbolo conecta tu hogar con el flujo de vida cósmico, e impide que se encharquen energías negativas.
2. Unge la vela con la esencia o aceite de Pino, y di mientras lo haces la máxima del Tao: “Todo es uno, y Uno es Todo. Mi hogar es el mundo, y el mundo es mi hogar”.
3. En un crisol o sartén coloca el carbón, y una vez que se blanquee al calor añade el sándalo y el incienso. Cuando suelte aroma, introduce la mezcla en el incensario.
4. Enciende la vela y recorre con ella tu casa. A tu paso abre las puertas. Termina con la puerta que lleva al exterior. Repite la máxima del Tao.
Una vez que la vela se haya apagado mientras camina en el exterior de tu casa, puedes regresar, pues la purificación y el halo protector se han consolidado.
• Carbón natural
• Incienso puro o granulado.
• Sándalo
• Una vela blanca
• Aceite o esencia de pino
• Un incensario
Debes realizar este rito en tu día mágico y en el horario de los hechizos masculinos positivos que corresponda. De ese modo la purificación y la protección de tu hogar será más poderosa, y se echará fuera toda energía negativa en el ambiente.
1. Toma la vela blanca y con un lápiz dibuja en ella una espiral en la parte superior. Este símbolo conecta tu hogar con el flujo de vida cósmico, e impide que se encharquen energías negativas.
2. Unge la vela con la esencia o aceite de Pino, y di mientras lo haces la máxima del Tao: “Todo es uno, y Uno es Todo. Mi hogar es el mundo, y el mundo es mi hogar”.
3. En un crisol o sartén coloca el carbón, y una vez que se blanquee al calor añade el sándalo y el incienso. Cuando suelte aroma, introduce la mezcla en el incensario.
4. Enciende la vela y recorre con ella tu casa. A tu paso abre las puertas. Termina con la puerta que lleva al exterior. Repite la máxima del Tao.
Una vez que la vela se haya apagado mientras camina en el exterior de tu casa, puedes regresar, pues la purificación y el halo protector se han consolidado.
Materiales
• 12 Flores de jazmín
• 12 Rosas
• 12 Flores de lavanda
• Esencia de vainilla
• Mortero y un saco de arpillera
La dicha es una tendencia natural. Es el orden de las cosas bajo el que todos deberíamos vivir. Por diversas causas se puede romper y se hace necesario restablecerla. Con ese fin la magia nos proporciona una gran variedad de conjuros aromáticos. Este es uno de los más sencillos, que garantiza que la dicha no abandone tu hogar.
1. Adorna tu casa con las flores. Haz ramos mezclando las especies, y ubícalos por todas las habitaciones, en especial los espacios de tránsito, como los pasillos y las puertas.
2. Una vez que las flores se deterioren por el tiempo, ponlas a secar en las páginas de un Libro Sagrado (La Biblia, El I Ching, una recopilación de sutras).
3. Cuando las flores estén secas, toma los pétalos y hazlos polvo en el mortero. Añade unas gotas de vainilla a la mezcla. Deja secar.
4. Dispón montoncitos de este polvo en todos los espacios de tu casa. La fragancia de esas flores va a potenciar la capacidad de tu hogar para la felicidad.
• 12 Flores de jazmín
• 12 Rosas
• 12 Flores de lavanda
• Esencia de vainilla
• Mortero y un saco de arpillera
La dicha es una tendencia natural. Es el orden de las cosas bajo el que todos deberíamos vivir. Por diversas causas se puede romper y se hace necesario restablecerla. Con ese fin la magia nos proporciona una gran variedad de conjuros aromáticos. Este es uno de los más sencillos, que garantiza que la dicha no abandone tu hogar.
1. Adorna tu casa con las flores. Haz ramos mezclando las especies, y ubícalos por todas las habitaciones, en especial los espacios de tránsito, como los pasillos y las puertas.
2. Una vez que las flores se deterioren por el tiempo, ponlas a secar en las páginas de un Libro Sagrado (La Biblia, El I Ching, una recopilación de sutras).
3. Cuando las flores estén secas, toma los pétalos y hazlos polvo en el mortero. Añade unas gotas de vainilla a la mezcla. Deja secar.
4. Dispón montoncitos de este polvo en todos los espacios de tu casa. La fragancia de esas flores va a potenciar la capacidad de tu hogar para la felicidad.
